EL SECRETO DE LA CAVERNA... AHORA EN YOUTUBE

 Desde que el proyecto de EL SECRETO DE LA CAVERNA comenzó como proyecto radiofónico en 2013 no se ha cerrado en ir a más y probar otros medios para difundir el mensaje del Misterio, de la Comunicación y del Aprendizaje.

Ya que desde 2018 el podcast como tal no sigue pero sí han seguido las colaboraciones en radio con sus secciones breves ahora se puede anunciar que EL SECRETO DE LA CAVERNA tiene su propio canal de Youtube y que inicia con este video dedicado a nuestro gran astro, el Sol:





Llegarán más vídeos, quizá mejor elaborados, y poco a poco, todo con tal de difundir el mensaje del Misterio. Mientras tanto, os dejamos el texto utilizado en este vídeo.

¿Os habéis preguntado en alguna ocasión, cuánto le queda a nuestro Sol? ¿Cuánto de verdad le queda a nuestra estrella que nos ilumina con ese gran fulgor que trasciende nuestro Sistema Solar? ¿Ha entrado en su recta final? ¿Está a la mitad de su vida? ¿Cuándo morirá nuestro Sol? 

 

Nuestro sistema solar depende de esta estrella. Y todos sabemos que su muerte, conllevaría nuestra desaparición e inexistencia. Nuestro Sol está considerado como una estrella mediana, clasificada como enana amarilla de tipo G, frecuentes de nuestra galaxia pero esencial a la hora de apoyar en el crecimiento de la vida en nuestro planeta. Se dice que todavía está lejos para convertirse en una gran supernova y estallar. Pero sí que en su proceso se está produciendo un desgaste, que va poco a poco, todavía lento, pero que producir, se está produciendo. Ese desgaste algún día la convertirá en una gigante roja para finalmente agotarse después de millones y millones y millones de años brillando y funcionando sin parar hasta convertirse en una débil enana blanca. 

 

Los pronósticos calculan, que dentro de unos 5 mil millones de años, el Sol habría consumido todo el combustible de su núcleo, el hidrógeno. Después de agotarse esa gran reserva interior, comenzaría a fusionarse en helio. Esto proporcionaría que se hiciera cada vez más grande y volverse de un color más rojizo. Su tamaño podría alcanzar una talla diez veces más del que tiene en la actualidad, ocupando más espacio en el cielo. Y así más y más grande. 

Todos los primeros planetas situados más cerca de su trayectoria serían devorados: Mercurio, Venus, nuestra Tierra y Luna, y tal vez, hasta Marte. Mientras tanto, los demás planetas acabarían achicharrándose por el calor, sufrirían una intensa radiación que no solo cambiaría su morfología, sino que acabaría con las pocas posibilidades de habitabilidad si alguna vez la han tenido. Esta fase de gigante roja le duraría al Sol unos cuantos millones de años. 

Cuando esa gran reserva de helio fusionado se agote, se pasará al carbono. Y una vez se agote el combustible y los elementos químico para más fusiones nucleares, la gravedad de su núcleo producirá un encogimiento. Toda la masa que alguna vez tuvo el Sol quedaría aplastada en su núcleo y se convertirá en una enana blanca. Para entonces, ya apenas quedará nada del Sistema Solar, pues la radiación habrá acabado con todo lo que alguna vez fue, con todo lo que alguna vez observamos y admiramos; con todos los enigmas del Universo concentrados solamente en el sistema de estrellas y planetas donde convivimos. 

 

Aún así, hay esperanzas todavía para la vida con nuestro Sol como gran artífice. Le quedan varios millones de años más como una enana blanca, así considerada actualmente. Solamente llegará algún día, muy lejano muy lejano, en el que ya no tendrá la misma fuerza de gravedad que ha mantenido unido nuestro Sistema Solar por tantos millones y millones de años. Fijaos si todo está tan concatenado, si todo está tan activo y unido gracias a la radiación solar, cuyos rayos pueden explotar en un terreno fértil para crear e impulsar la vida, también con fuerza para destruir planetas, aparatos y seres vivos. Pero algún día, ese que todos los que estamos vivos ahora y lloramos por nuestras nimiedades y acontecimientos sociales y humanos, el legado del Sol quedará marcado en el Universo. Sus potentes rayos alcanzarán los límites interestelares y sus átomos se esparcirán por la galaxia dejando un rescoldo de lo importante que fue, de lo agraciados que estamos de él. 

 

Sigue brillando. Sigue en activo. Sigue calentando. Sigue uniendo. Sol que vive. Sol que actúa. Sol que se expande. Sol del tiempo… y del universo.  

 




 

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