Abril: el mes de Venus y de la floración

 En esta sección repasamos algunas de las historias que han quedado marcadas en el folclore relacionadas con el mes de abril, considerado el mes de la floración y puente de las cosechas que tiene en San Jorge una de las representaciones y días más destacados como patrón en muchos países, ciudades y comunidades autónomas de nuestro país hasta llegar a la noche de Walpurgis, que comienza el último día del mes y que está considerada la verdadera "noche de brujas".

Todo el repaso que se hace en este audio ha sido con el beneplácito de las historias que contó Jesús Callejo en su obra 'Fiestas Sagradas' (1999).


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Abril frío, pan y vino.

(Cuando en abril hace frío es casi seguro obtener una buena cosecha.)


Abril y mayo, llaves de todo el año.

(De la lluvia y del tiempo de estos meses depende la cosecha del año.)


Marzo ventoso, abril lluvioso, sacan a mayo florido y hermoso.


Febreros y abriles, los más viles.

(Tanto las labores domésticas como las agrícolas se hacen más penosas por el frío extremo.)

Aprilis // Fuente: Historias de la Historia

Estamos en abril, cuarto mes de nuestro calendario. Al parecer, su nombre proviene de la palabra Aprilis, latinización, según algunos, del término griego Aphrodita (espuma), que es el nombre de la diosa de la belleza y del amor (cuya correspondencia en la mitología romana es Venus). De ahí que esté considerado el mes del amor, de la floración de la primavera, de la crianza de las especies animales silvestres, en definitiva, el mes de Venus.

El mes de la fertilidad, pero hay quien opina qe el nombre de este mes proviene del verbo latino aperire (abrir) para indicar que en abril se abren muchas flores y plantas en flor.

Y es que, tras pasar por el periodo de Pascua y la Resurrección cristiana, tras el respeto y la devoción, ahora viene un mes de jolgorio, comienzo de romerías y diversión. Esto último lo saben muy bien los sevillanos, cuya Feria de Abril es pronto (del 14 al 20 de abril de 2024).


El mes de veneración a San Jorge, y su lucha contra el dragón

El 23 de abril está marcado en el calendario como el Día de San Jorge, que también está considerado el Día del Libro. En las comunidades de Aragón, Cataluña y la Comunidad Valenciana tiene mucho más arraigo, con esa tradición de regalar un libro al varón y una rosa a la dama. Pero esa fecha es tan curiosa que también se recuerda porque fue el mismo día que murieron en el mismo año dos dramaturgos de todos los tiempos: Cervantes y Shakespeare.

El motivo de por qué se venera a este santo en este día es todo un misterio. La historia real del personaje que estuvo detrás, es un enigma, pero sí es cierto que se le venera en muchos lugares, no solo de nuestro país (santo patrón de Cataluña), sino también por varios europeos (santo patrón de Portugal, Inglaterra y de la ciudad italiana de Génova). A él se le ha adjudicado la ayuda final para que el bando cristiano venciera al sarraceno, pero también se le ha dado la senda de fantástico e invencible al degollar a aquel dragón que se le puso delante.

Algo curioso que tiene también este santo es que es venerado en dos religiones contrarias, cristianismo e islamismo (si hacemos caso a las leyendas árabes). En ambas, se venera a San Jorge como un santo auxiliador cuya intercesión, según la tradición popular, es eficaz en ciertas situaciones dramáticas. También evoca un claro simbolismo solar que habría heredado funciones de una divinidad pagana. De hecho, la fiesta de San Jorge se celebra justo en la estación en que el sol abandona las <<regiones inferiores>> del zodiaco y asciende a lo alto de los cielos*. Por lo tanto, San Jorge simboliza a un dios solar que vence a las fuerzas de la oscuridad o divinidades lunares.**

*Fiestas Sagradas, Jesús Callejo, 1999

**Ibid.

La leyenda de Sa Jorge y el dragón // Fuente: Historia National Geographic


Las Floraria: la fiesta de las flores y de la fecundidad floral

En los calendarios medievales, el mes de abril era representado por una doncella que evocaba a la diosa pagana Flora y más tarde a las reinas o maias que se elegían en estas fechas para celebrar la llegada del buen tiempo.

Flora es es <<la doncella de abril>> o <<la doncella e la primavera>>, y viene de la época romana cuando celebraban unas fiestas llamadas Floraria o Ludi Florales (del 28 de abril al 3 de mayo). En las mismas, la ciudad y su campiña se adornaban con flores y se debía participar vestidos de diversos colores. Los romanos rendían culto al cuerpo y a la fecundidad en estas fechas, de ahí qie se hicieran ofrendas propiciatorias de las buenas cosechas, representaciones teatrales y jueos circenses de toda clase, para muchas de las veces acabar todo en una verdadera orgía.

Así describía el poeta Ovidio las intenciones de la diosa Flora: <<Quiere que gocemos la flor de los años mientras estén frescas y que despreciemos las espinas>>.

*Fuente: Fiestas Sagradas, Jesús Callejo, 1999.

Florarias // Fuente: Wikipedia


La noche de Walpurgis: magia, brujas y misterio

Del 30 de abril al 1 de mayo encontramos una extraña celebración asociada a los maleficios, las brujas y las santas: La noche de Walpurgis.

Es una noche donde las hechiceras malignas pululan a sus anchas y marchan invisibles por el aire en sus vagabundeos infernales. Al atardecer del 30 de abril, la gente joven del norte de Europa se prepara para festejar la Noche de Walpurgis, saliendo al bosque para cortar un mayo, por lo general, un pino o un abeto. Es despojado de sus ramas, pero no desmochado, dejándole una corona verde natural en su cumbre, que luego es traído al centro de la villa y plantado como un mástil.

Se trata de una noche 'satánica', que contrasta con la de El Día de Todos los Santos, en cuanto a que el nombre de Walpurgis era el de un aquelarre que celebraba las brujas en la víspera del 1 de mayo.

El 1 de mayo ya estaba marcado en la liturgia cristiana como conmemoración de la canonización de Santa Walpurga, una abadesa anglosajona del siglo viii que estuvo como misionera en Alemania, que no se relaciona con los ritos de las brujas.

Como consecuencia, Santa Walpurga comenzó a ser invocada por los cristianos de Alemania para luchar contra plagas, rabia y tos ferina, así como contra la brujería, ya que Santa Walpurga logró convertir a la población local al cristianismo. En partes de la cristiandad, las personas continúan encendiendo hogueras en la víspera de Santa Walpurga para alejar a los espíritus malignos y las brujas. Históricamente, se han hecho peregrinaciones cristianas a la tumba de Santa Walpurga en Eichstätt coincidiendo con su fiesta y a menudo se adquirían frascos de aceite de la santa.

Se observan variantes locales de la noche de Walpurgis en todo el norte y centro de Europa en los Países Bajos, Alemania, la República Checa, Eslovenia, Suecia, Lituania, Letonia, Finlandia y Estonia. En Dinamarca y Noruega, la tradición de las hogueras para alejar a las brujas se observa como la noche de San Juan.

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Noche_de_Walpurgis



En definitiva, una noche considerada muy especial pero más para los pueblos germanos y celtas del norte de Europa. Y es más, en muchas partes de ese hemisferio norte significa el primer día del verano porque marca el principio del triunfo de la luz sobre la oscuridad (los días son más largos). Una noche de oposición a la del 1 de noviembre como una manera de darle vuelta al significado ritual de una festividad santa a un rito más pagano, con seis meses de diferencia.

Como era una festividad con aires 'brujeriles', la Iglesia se encargó de sustituir esa 'devoción por la maldad' en unas ceremonias dedicadas a Santa Walpurgis (también llamada Santa Walpurga o Santa Walburga), una monja inglesa, nacida en Devonshire en el año 710, que emigró a Alemania hacia el año 750 para ayudar a su tío San Bonifacio, el <<apóstol de Germania>>, a convertir a los alemanes al cristianismo. Fue nombrada abadesa del monasterio de Heidenheim, y se le atribuyen curaciones milagrosas dentro de su monasterio. Ese carácter benéfico que le atribuyó la Iglesia servía para ahuyentar a los malos espíritus y para protegerse contra las artes de brujería. En la Edad Media se la tuvo, por tal razón, com protectora contra los maleficios de brujas y hechiceros.

Se la considera primera escritora de Inglaterra y Alemania y patrona de los navegantes alemanes.





 

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