EL BARQUERO DEL COLMILLO

En las historias de nuestros abuelos o bisabuelos siempre encontramos algún relato de algún personaje que se dedicaba a asustar o secuestrar a los niños. Esto es lo que en el mundo de la tradición oral y de las leyendas se define como “asustaniños”; “El Coco” o “El Hombre del Saco” son los seres que más se han utilizado y en cada pueblo o región tienen su propio nombre. “La Mano Negra” es otro de los nombres más usados pero este más como una especie de ser que sale de un pozo con el mismo fin de asustar o llevarse a los niños al abismo. Otros nombres son Sacasagrandes, Estripaores, Sacamantecas y Tíos del Unto (o Sacamantecas).





 Cheles es una localidad fronteriza con Portugal y que nace a orillas del río Guadiana y colindante con el embalse de Alqueva del que en verano todos los cheleros/as se dan un buen chapuzón para refrescarse ante las inevitables olas de calor que asolan nuestra región extremeña. Pero esas aguas, hace mucho tiempo, estaban consideradas malditas. Muchas vidas perecieron en las aguas del Guadiana quizá por la extrema curiosidad de ese pobre niño que se adentró más de la cuenta y cuya corriente lo secuestró. Lo que es el transcurso del río Guadiana ahora no era igual que hace dos siglos, de ahí que en esta localización se creara la historia de un personaje que transitara aquellas aguas en busca de niños perdidos o que jugaban en la orilla del río: “El Barquero del Colmillo”.

“Hijo, los niños nunca deben acercarse hasta la orilla del río Guadiana, se comenta que por esos lados anda el hombre del saco y la mano negra, pero sobre todo hay un hombre que anda buscando a los muchachos de tu edad para matarlos, el “barquero del colmillo”. Dicen que se han encontrado en otros tiempos flotando en las aguas del río, algún muchacho de tu edad al que le había clavado el barquero un gran diente como el de un jabalí que le sale de la boca.

Dicen que si es un portugués, y los que lo han visto cuentan, que suele salir de entre las grandes matas que se encuentran en el medio del Guadiana montado sobre una barca rectangular pintada de color negro. Va siempre de pie con un palo largo que le sirve de apoyo y fuerza para hacer mover el barco. Los  que lo han visto relatan que va vestido como un fraile, que lleva una gran capucha de color marrón y una gran capa de color negro sobre sus espaldas. Cuentan que la cara nunca se la han visto, pero que si se le ve relucir un gran diente que le sobresale desde su boca. A los muchachos que coge se lo clavan y les chupa la sangre, dejándoles tirados en el río para que parezca que se han ahogado. Tú nunca vayas por allí, no vaya a ser que a ti te ocurra lo mismo. La guardia civil anda detrás de él, pero siempre se les escapa porque es muy rápido remando y siempre llega hasta Portugal en un periquete”.


Fuente: cuatro.com

Puede ser fruto de la casuística o de alguien que en su momento se dedicó a elucubrar más esta leyenda, pero es cierto que han aparecido cadáveres con esos temibles agujeros en la garganta tan típico de las historias de vampiros que nos han contado. Desde contrabandistas, hasta niños. Ha habido muchos ahogamientos en el Guadiana, pero muchas de esas muertes oficialmente no se pueden dar a una especie de vagabundo solitario que remaba en una barca cual Caronte y que se dedicara a asesinar de esa manera.


-          
Pero sí que hubo una que el investigador local, Fermín Mayorga, encontró en el Archivo Histórico y que es bastante enigmática. Ocurrió el 21 de junio de 1891, cuando encuentran el cadáver de un adolescente de 14 años que se llamaba Ramón Pitera González. Lo encontraron flotando en las aguas del río. Parecía ser un caso de ahogamiento más como ya se había producido, pero lo curioso es que el dictamen médico de la época confirmaba que este niño había muerto estrangulado, no se había ahogado. Pero además iba a contener una sorpresa en forma de dos orificios en una parte de su cuello.

La playa de agua dulce de Cheles, muy visitada en los meses de verano y frecuentada por los pueblerinos para refrescarse.
-    

La leyenda de este barquero tan maligno se sigue contando en noches de luna llena, que dicen que aparece de forma sibilina desde algún lugar repleto de juncos o de matas fluviales donde se esconde para salir en busca de niños que se extravían cerca de las aguas.

http://www.canalextremadura.es/alacarta/tv/videos/el-barquero-del-colmillo-y-el-milagro-de-los-santitos

Recomendamos este último episodio del programa "Tras el Mito" de Canal Extremadura TV donde se cuenta más a fondo esta leyenda.

-
 

0 comentarios:

Publicar un comentario