El crimen de la Alcazaba de Badajoz

 En esta sección contamos uno de los crímenes más sonados de la ciudad de Badajoz a finales de los años 70: el crimen de la Alcazaba.

En agosto de 1978, la tranquilidad de los pacenses se vio alterada cuando encontraron el cuerpo de un hombre conocido en la ciudad como Alfonso Lencero, cuyo cuerpo tenía 43 puñaladas asestadas por un tal Fernando Llordén.

Está considerado un crimen pasional con algo de misterio ya que nunca se llegó a saber el verdadero móvil de este asesinato más allá de la confesión del autor y de que pudo tener hasta una doble personalidad al cometer un robo previamente.


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24 de agosto de 1978

El cadáver de un hombre joven, desnudo y cosido a puñaladas fue hallado en la mañana de un 23 de agosto de 1978, en la Alcazaba pacense y con su ropa manchada de sangre cerca del cuerpo. Lo encuentra un vigilante de Parques y Jardines y confirmaron que pertenecía a Alfonso Lencero Cantero, quien en ese momento tenía 34 años, casado, con tres hijos, empleado del Monte Piedad [una antigua caja de ahorros, de hecho, fueron su origen], excontable del C. D. Badajoz y actual directivo del Badajoz Promesas, es decir, una persona muy conocida en aquel entonces.

En la misma publicación a primera página del hoy de la fecha señalada se indica que Alfonso Lencero estuvo reunido con las directivas de ambos clubs [El Badajoz Promesas desapareció con ese nombre a principios de los 90, para pasar a ser simplemente el Badajoz B] hasta las nueve y media o diez de la noche, por lo que se creyó que este homicidio se tuvo que cometer pasada esa hora de la noche o ya en la madrugada.


Crimen en la Alcazaba de Badajoz: El cadáver de un hombre joven apareció desnudo y cosido a puñaladas [página 21]

El macabro hallazgo se produjo hacia las once de la mañana, junto al viejo cementerio que hay en la Alcazaba. El vigilante por aquel entonces dio cuenta a las autoridades de que ese cuerpo estaba desnudo y con sus ropas manchadas de sangre cerca de él. Al lugar del suceso se personaron inspectores de la Brigada de Investigación, agentes de la Policía Armada, el juez de guardia y un médico forense.

La Primera Brigada de Investigación inició las indagaciones que condujeron al esclarecimiento de este crimen que conmovió a los pacenses en aquel entonces, y eso fue porque Alfonso Lencero Cantero era bastante conocido, no solo por su empleo, sino también por esa vinculación al equipo de fútbol principal de la ciudad -el Club Deportivo Badajoz- porque fue su contable y también formaba parte de la directiva del equipo filial, por entonces el Badajoz Promesas.

Precisamente, en su última noche de vida, Alfonso Lencero asistió a una reunión de la directiva del club con vistas a la cesión del terreno de juego. Esta reunión acabó sobre las nueve y media o diez de la noche.


Detenido el presunto autor del crimen de la Alcazaba [25 agosto 1978]

El 25 de agosto de 1978, en su primera página, el diario HOY informa de la detención del presunto autor del crimen de la Alcazaba. Y fue Fernando Llordén Marañón, educador diplomado y jefe de régimen interno de la Residencia de Estudiantes <<José Antonio>> [situada por aquel entonces en la carretera de Campomayor], del Instituto Nacional de Asistencia Social en el que llevaba ingresado dos años. Era natural de Benavente (Zamora), y con 26 años en aquel entonces. Él mismo declaró ser el autor de la muerte de Alfonso Lencero.

El crimen se cometió en el interior de su coche, un <<Dyane 6>> con matrícula de Salamanca, propiedad del mismo Fernando, junto a la ruinas de la iglesia de Santa María del Castillo, en la Alcazaba pacense. Le propinó unas 43 puñaladas repartidas por todo el cuerpo con un cuchillo de cocina de gran tamaño que el agresor llevaba en el asiento trasero del coche.

Con más profundidad en aquella publicación, se cuenta que Alfonso Lencero trató de defenderse y, mientras pedía auxilio, en la silenciosa noche de la Alcazaba pacense, golpeó con los pies y arañó a su atacante. Herido de muerte, fue sacado del coche por el agresor y arrojado al suelo. Después, Fernando Llordén dejó las ropas de su víctima junto al cadáver, pero no se apercibió de que, durante el forcejeo, Alfonso perdió su prótesis dental. Luego, cuando el agresor regresó a la Residencia y comenzó a limpiar el coche, halló la prótesis y la arrojó al descampado, donde fue encontrada por la policía.

Por entonces no se sabía mucho de cuál fue el verdadero móvil del crimen, pero sí se especulaba que había circunstancias muy oscuras detrás. Se hablaba de persecución, más por parte de la víctima que del asesino, por cuestiones pasionales. Se dice también que Llordén presentaba síntomas de desequilibrio mental. Y efectivamente, segñun información requerida a la Residencia <<José Antonio>>, donde trabajaba, al mismo periódico donde está sacada esta información le confirman que Fernando Llordén estuvo sometido a tratamiento psiquiátrico por el doctor Cervera a raíz de unos incidentes producidos en la Universidad de Valladolid en los cuales Llordén sufrió una soberana paliza que le dieron varios compañeros. Después de aquello, estuvo como educador en una Escuela de Profesorado de EGB en Almendralejo, y allí tuvo problemas relacionados con "anónimos y robos", según publicó el diario HOY.

Alfonso Lencero estuvo reunido la noche de un martes 24 de agosto de 1978 con la directiva del Badajoz Promesas y a la salida se marcha en compañía de otros directivos al bar del Club Taurino [situado actualmente en la Calle López Prudencio] donde tomaron unas copas (concretamente, Lencero bebió batido) y de allí fueron al bar Chamizo, en la avenida de José Antonio [no sabemos si se refiere a la calle Grupo José Antonio o a una antigua calle que ya se cambió el nombre]. Al llegar, el dueño de este bar, José Ruiz, al que también detuvieron, al parecer por haber ocultado alguna valiosa información a la policía cuando ésta inició la investigación, le dijo a Alfonso Lencero que le habían llamado por teléfono. Entonces Alfonso hizo una llamada. Más tarde sus compañeros se marcharon a sus domicilios y le dejaron en el bar en compañía de José Ruiz.

En el HOY se indica que aquella llamada la hizo precisamente Fernando Llordén. Al devolverle la llamada Alfonso, ambos quedaron citados para esa noche. Quedaron en Puerta de Palmas y de allí, en el coche de Fernando, fueron a la Alcazaba. Junto a las ruinas de la iglesia de Santa María del Castillo, quedó el coche estacionado, y, en su interior, se culminó la tragedia.

El diario HOY publica una fotografía donde puede verse una piedra grande y puesta de pie que todavía tenía manchas de sangre


Fernando Llordén, una vez que fue detenido por la policía (parece ser que no se presentó voluntariamente según se indica en el periódico) fue sometido a un amplio interrogatorio durante prácticamente todo un día. Desde el principio, según HOY, se confesó autor del crimen, alegando que Alfonso Lencero trató de abusar de él, por lo que acabó matándolo con el cuchillo de cocina que tenía en el coche y que había utilizado para hacer unas reparaciones en el vehículo.

Aunque el cadáver apareciera desnudo y presentara numerosas heridas de cuchillo, no estaba mutilado, ya que en el panfleto se indica que corría ese rumor por la ciudad, y tampoco se sabía hasta el momento cuál fue el móvil de aquel crimen y otras circunstancias que rodeaban aquel caso.

Pese a los síntomas de desequilibrio mental que se decía que presentaba y a sus antecedentes psiquiátricos, Fernando Llordén era, desde el punto de vista profesional, un hombre responsable y serio -según declararon en la residencia de estudiantes-. Ingresó en la Residencia de Estudiantes en octubre de 1976, cuando se inauguró dicho centro, como educador diplomado y luego fue nombrado jefe de régimen interno.

En cuanto a Alfonso Lencero, ingresó en la Caja General de Ahorros de Badajoz en marzo de 1971, tras haber superado el concurso-oposición de plaza de auxiliar administrativo. Sus estudios en profesorado mercantil los terminó en Salamanca y su trabajo en la Caja lo realizó en secretaría, contabilidad y ahorro.

El crimen causó honda sensación en la ciudad ya que asistió mucha gente al sepelio de Alfonso Lencero que se realizó en el templo de San Juan Bautista.


Además del crimen, presunto autor del robo del Instituto Mixto Número 1

Aparte del crimen cometido en la Alcazaba, Fernando Llordén confesó otro delito: un robo perpetrado el día 7 de agosto de 1978 en el Instituto Mixto Número 1 y con daños causados en el anejo Colegio Nacional <<El Progreso>>, ambos centros estaban cercanos a su domicilio, la residencia de estudiantes <<José Antonio>>.

Por lo tanto, se confirmaba que Llordén podía tener hasta una doble personalidad.


NOTA FINAL: Una de las personas que tuvieron que reconocer el cadáver fue el padre de Manuel Márquez-Zurita (conductor del programa 'Más de Uno Badajoz' en Onda Cero Badajoz, entonces encargado de la caja principal de la Caja Badajoz. El asesinado estaba en caja, y la Policía (seguramente uno de los dos comisarios que eran amigos del mismo encargado de ese reconocimiento) le llamó para reconocerlo.



 

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