Desde el pasado mes de octubre venimos escuchando noticias de un "gran apagón" en Europa, provenientes de Austria, y si a eso le unimos la falta de suministros, el transcurso de la pandemia y otros sucesos que están surgiendo en este final de 2021 tenemos un ambiente pre-apocalíptico más bien debido a un uso de la histeria colectiva y de la alarma social o quizá de alguna manera nos quieran preparar realmente para ello.
Al final de la sección se recuerda brevemente el famoso apagón de Nueva York de 1965.
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“La cuestión no es si habrá un gran apagón, sino
cuándo”.
Klaudia Tanner, ministra de Defensa austríaca.
Antecedente
curioso: El 8 de enero de 2021, un
fallo de una subestación en Croacia provocó una caída de frecuencia que estuvo
a punto de dejar fuera de juego al sistema energético de buena parte de Europa.
En Líbano también hubo un colapso de su red eléctrica en el pasado octubre, es
cierto que en este caso es debido a una situación de crisis económica muy mala
y a complicaciones desde la explosión del puerto de Beirut en 2020 pero aún así
es otro país en riesgo extremo de apagón total debido a que se sustenta
solamente por generadores privados y con lo que le aporta otros países como
Irán.
Imagen de los panfletos promovidos por el gobierno austriaco con el anuncio del "gran apagón".
Aunque la idea de un “gran apagón” en Europa y que esté copando visitas e informaciones diversas en la mayoría de medios de comunicación en nuestro país procedan de una advertencia realizada por el ejército austriaco, todavía no sabemos realmente el motivo real por el que podría producirse más allá de las teorías más comunes como una tormenta solar, un ataque ciberterrorista, fenómenos atmosféricos o simplemente por sobrecarga masiva que es la que más está decantándose. Y esto se debe a una nueva predicción proveniente de las Fuerzas Armadas de Austria que (como si fueran el Nostradamus de nuestra época) vaticinaron previamente (según se cuenta) la pandemia global (en 2017, pero sin especificar de qué tipo), un atentado terrorista en Viena y ataques cibernéticos. Pues ahora alertan de un gran apagón eléctrico indefinido, y de hecho, han aprovechado también para anunciar que a partir de 2025 sus cuarteles serán autosuficientes (precisamente, el vaticinio que ha dado para que se dé el “gran apagón”).
En todo el país se repartieron miles de carteles con un slogan que dice “Qué hacer cuando todo se para”, y de esa manera se ha querido informar a la población con una pequeña guía de consejos prácticos sobre qué materiales se deben tener preparados en casa (una especie de kit de supervivencia): combustible, velas, baterías, conservas y agua potable.
Pero
no solo Austria se está preparando para ello, sino que otro país importante de
Centroeuropa como es Suiza también se ha unido a la advertencia y al
llamamiento público de que "un mundo sin electricidad podría tener
consecuencias mucho peores que la pandemia". En el país alpino se han
tomado tan en serio esto que ya tienen desarrollado un protocolo de actuación para
“reforzar el despliegue de la policía para desalentar cualquier tentación de
saqueo y regular el tráfico ante la previsible caída de los semáforos junto a
la vigilancia de las infraestructuras sensibles” como así lo ha corroborado el
Ministro del Interior austriaco, Karl Nehammer, quien dijo recientemente que un
apagón (blackout, en inglés) sería "una de las mayores amenazas
para un Estado moderno".
En España se ha descartado ese "gran apagón" por ser una 'isla energética', según han confirmado las autoridades.
Alemania
ya tiene experiencia con apagones desde que hace 15 años tuvieran uno que
afectara a la ciudad de Münster, pero en España no hay alarma por el momento ya
que desde el Gobierno se ha corroborado que si eso ocurriera en terceros países
no afectaría a nuestra “isla energética”. Porque se habla de que ese apagón
puede ocurrir en días, semanas, meses o incluso en cinco años vista.
Recordando: el gran apagón de 1965 en Nueva York
Un 9 de noviembre de 1965, a las cinco y cuarto de la tarde hora neoyorquina, teinta millones de personas se quedaron a oscuras en la mayoría de pueblos y ciudades de la costa noreste norteamericana. El origen comenzó en el estado canadiense de Ontario, Canadá, pero en apenas pocos segundos ese problema se trasladó a nueve estados del gran país vecino, incluyendo a la “ciudad que nunca duerme”, Nueva York. Un falo en el sistema eléctrico dejó sin corriente en una zona de más de 200 mil kilómetros cuadrados donde todo se paralizó por un apagón, ocurriendo en un atardecer que se adelantó a un anochecer.
La caída eléctrica de aquel día cuando justamente se han cumplido 56 años del suceso, hicieron surgir cantidad de leyendas y misterios muy comentados en la época como que todo estaba siendo producto de una invasión extraterrestre. Pero nada de eso. La causa fue un relé de seguridad de una de las cinco grandes centrales del Niágara que había sido programado para saltar muy por debajo de lo necesario y en cuanto registró una cota de fluido más alta de la indicada, saltó. Aquel salto del relé provocó una sobrecarga de otros cuatro electrodos que hizo que saltaran otros relés. Por lo tanto, toda la energía que se produjo en el Niágara que se dirigía a la red nororiental de los Estados Unidos con la que estaba comunicada produjo, en menos de un segundo, que multitud de centrales de los estados de Vermont, Massachusetts, Connecticut, Nueva Jersey, Rhode Island, Pennsylvania, New Hampsire y Nueva York fallaran en su sistema de seguridad. En total fueron alrededor de unas doce horas sin luz y electricidad, afectando a unas 36 millones de personas.
En
una zona tan metropolitana como Nueva York pues en aquel momento todo fue un
caos que no pasó a mayores, pero sí que ver como todos sus transportes quedaran
anulados y su aeropuerto fuera de servicio para una ciudad tan solicitada no
tuvo que ser plato de buen gusto. Se cuenta que los trenes de tracción
eléctrica que ya proliferaban quedaron parados en las vías en mitad de la nada,
que hubo un motín en una cárcel de Massachusetts o imagínense esos enormes
rascacielos con sus ascensores sin poderse usar y con personas dentro.
Serie de TV
(2012-2014). 2 temporadas. 42 episodios. En un mundo donde todas las fuentes de
energía han desaparecido misteriosamente, un grupo de personas lucha por
sobrevivir y reunirse con sus seres queridos. Los gobiernos han caído y el
Ejército se ha hecho con el poder. La vida de la joven Charlie Matheson (Tracy
Sparidakoss) cambia radicalmente cuando los militares matan a su padre (Tim
Guinee) y secuestran a su hermano pequeño, Danny (Graham Rogers). Charlie
emprende entonces un duro viaje en busca de su tío Miles (Billy Burke), un
antiguo marine que vive recluido tras el apagón. Lo que Charlie ignora es que
su familia sabe la verdad sobre la desaparición de la electricidad y que ella
puede ser una pieza clave para recuperarla. Serie escrita por Eric Kripke, el
creador de Supernatural, que cuenta con J.J. Abrams y Bryan Burk como
productores ejecutivos.
Fuente: Filmaffinity.
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