PROGRAMA 4X12 - LA ESTRELLA DE BELÉN ¿Mito o Realidad?

LA ESTRELLA DE BELÉN. Un misterio tradicional que durante siglos ha tenido numerosas teorías e interpretaciones. Aún hoy en día sigue siendo parte del gran enigma del nacimiento de Jesucristo y del establecimiento de la Navidad como una fiesta que ha surgido de numerosas costumbres paganas y religiosas. Recordamos todo lo que se ha dicho sobre el fenómeno y debatimos sobre ello.


PROFECÍAS 2017. De nuevo aparece Nostradamus, como en cada comienzo de nuevo año surgen nuevas profecías cuyas interpretaciones se asemejan a la realidad que vivimos, ¿se cumplirán? ¿o serán simples anécdotas del gran y recordado profeta? Hacemos un repaso por la actualidad con los últimos ataques terroristas y el asesinato del embajador ruso en Turquía.


NOTICIAS: StarShip, la nave en forma de microchip que quieren hacer llegar a Alfa Centauri en tan solo 20 años.


LA ESTELA DE CAÍN. "El Hombre de Hielo". Robert Kuklinski está considerado uno de los peores asesinos en serie de la historia por su frialdad a la hora de matar, algo que comenzó desde muy pequeño y que convirtió en una obsesión. Se ganó el mote de "hombre de hielo" a pulso por una particularidad especial que cometía con sus víctimas una vez asesinadas. Repasamos su historia que dio origen a una película.


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Dentro del nacimiento de Cristo, el personaje cuyo nacimiento alabamos y celebramos en muchos países en estas fechas, con la Navidad, se encuentra un gran misterio en forma de estrella. El misterio de La Estrella de Belén.

Todavía no se tiene claro lo que fue // comomolasaber.org

Una fiesta que ya hemos convertido en especial, un misterio que se sigue recordando y celebrando con la venida de los tres Magos de Oriente y que está relacionado en primer lugar con el cristianismo. Fue con San Mateo el origen de esta historia, que junto a San Lucas son los únicos evangelios en recoger la infancia de Jesús. Hoy en día ya se pone en duda la fecha de su nacimiento que toda la vida nos la han fijado en un 24 de diciembre pero esto ya es otro tipo de tema, con mucha polémica entre historiadores. Pero ese nacimiento tuvo dos acontecimientos importantes recogidos en las escrituras de entonces, los acontecimientos astronómicos que se producían en los cielos (con varios eclipses) y la matanza de niños que según Mateo realiza Herodes ante la burla de esos tres personajes enigmáticos que eran los Reyes Magos. ¿Y quiénes eran esos tres individuos? Pues muchos creen que pudieron ser hombres de ciencia, hombres que sabía de antemano, como si fueran unos visionarios, los acontecimientos que se producirían en el mundo y en el cosmos.

Tenemos que situarnos en el año 7 a.C., ¿Qué se sabía por entonces del Universo? Pues quizá no mucho pero sí había interés. Y precisamente en ese año se recoge una de las conjunciones planetarias más asombrosas de la historia cuando los dos planetas más inmensos de nuestro Sistema Solar, Júpiter y Saturno, desconocidos en aquel entonces, tuvieron una conjunción, como un acercamiento producido en la constelación de Piscis. Así que muchos creen que ese fenómeno cosmológico entre los dos grandes planetas pudo haber creado aquella visión y posterior interpretación de los Tres Reyes Magos de ahí que la historia del Rey Judío, el Rey de la Justicia, se asemejara inmediatamente con aquella simbología planetaria. Rey Júpiter y Justo Saturno, producido en Piscis, el símbolo del cristianismo, y con el que a Jesús posteriormente se le denominó el Rey Pescador, el que obraba el milagro o multiplicación del pan y los peces.  

Por lo tanto tenemos un cúmulo de acontecimientos tanto planetarios como mágicos en nuestro planeta con esa esperada llegada de un Mesías que ese parecía ser el gran aviso divino de que algo grande iba a surgir. La mentalidad por ese entonces era así, cada extrañeza del cielo era interpretado como un mensaje o aviso de que algo estaba por surgir. Así que se queda reflejado, “Después de oír al rey Herodes, ellos (los Magos) partieron. La estrella que habían visto en el este iba delante ellos, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño” (Mateo 2.9). Y esto se descubrió en unas tablillas de arcilla en unas excavaciones en el año 1925, una tablilla que actualmente se expone en el Museo de Berlín pero que sigue generando mucho misterio sobre todo por aquellos magos que cuentan que ellos quizás sabían de ese fenómeno astronómico. Porque si entre el 7 a.C. o el siglo 6 a.C. es cuando se produce ese nacimiento del Mesías, ya se sabe que en años anteriores se habían producido conjunciones planetarias similares. ¿Fue todo un cúmulo de acontecimientos universales que iban a generar ese nacimiento deseado o fue solo causalidad cosmológica? 

Así es como se vería una conjunción entre planetas. // Asociación Astronómica de España

En el siglo XVI fue Johannes Kepler (el creador de las leyes del movimiento de los planetas),quien intentó demostrar esa conjunción de planetas que generó aquella gran visión celestial cuando observó el mismo fenómeno en unas fechas cercanas al 24 de diciembre de su siglo y se dio cuenta de que era un fenómeno que en su año ocurrió de nuevo con Júpiter, Saturno y Mercurio y que esto se podía repetir cada 800 años aproximadamente por lo que de verdad pudo haberse originado en aquellos años antes de Cristo de aquella forma tan especial con una presencia más fuerte de Júpiter. Los estudios e hipótesis científicas han sido muchas referentes a ello. Pero es curioso que esa visión haya sido tomada como un hecho real de una profecía anterior; esto ya es terreno teológico pero hay una frase curiosa que se recoge en el Antiguo Testamento: "Una estrella avanza desde Jacob, un cetro se levanta de Israel".

El hecho no deja de ser una metáfora como he mencionado antes, refleja un nacimiento, un nacimiento muy especial. Y el gran mensajero era esa luz o estrella (como quieran llamarla) que cuentan (ya puede ser parte de la leyenda pero esto está recogido como tal) que esa luz que guió a los tres reyes desde una región babilónica hasta Jerusalén a veces se paraba para que aquellos tres magos no perdiesen el faro que les llevaba ante aquel niño tan especial que iba a nacer. Y que hacía unos movimientos no hacía cualquier meteoro o estrella. Para el cristianismo era el Espíritu Santo, o un ángel emisario de Dios convertido en Estrella para anunciar la gran venida del Mesías, del Redentor. Historia bonita que se recoge en el apartado de las creencias religiosas pero que continúa dando un ingrediente de gran misterio a ese efecto lumínico-guión-astronómico tan espectacular y posiblemente tan inteligente para la época. 

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El artista florentino Giotto di Bondone pintó alrededor de 1305 la Adoración de los Reyes Magos, está en la Capilla Arena en Padua, Italia.

Dicen que este pintor quedó tan impresionado de la visión del famoso cometa Halley en el año 1301 que de verdad para él fue ese cometa lo que pudo originar aquel gran avistamiento celeste. De ahí esa “gran adoración” de aquellos reyes magos. Ese cometa que nos sigue impresionando y que cada 75 años lo esperamos con ansia de verlo de nuevo. Desde entonces, la teoría del cometa Halley saltó a la palestra como una de las posibles explicaciones, pero se tiene constancia que el Halley pasó en el 12 a.C., no en la fecha exacta del nacimiento.

«Habiendo nacido Jesús en Belén de Judea (...), unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo (...) De pronto, la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría». El capítulo segundo del Evangelio de San Mateo –concretamente los versículos del 1 al 10– supone toda la información disponible –o al menos la fuente de más primera mano– referente a la estrella de Belén. Ahora bien, ¿aquel acontecimiento fue un milagro o un fenómeno con base científica? Para empezar, ni siquiera sabemos si estos personajes eran realmente «reyes», ni si eran tres, ni si ejercían la magia –se trata de una traducción incorrecta– y tampoco su procedencia –Babilonia y Persia son las principales candidatas–. San Mateo es el único que habla de los magos, y no le da el título de reyes, ni nombres propios, ni el número de ellos. El título de reyes se les otorga en el siglo III. En el siglo IV los teólogos Orígenes y Tertuliano hablan de tres magos y en el siglo VIII se nombran a Melchor, Gaspar y Baltasar. Los magos no eran astrólogos o brujos, sino sabios y hombres de ciencia que conocían el cielo y los hechos celestes que podían ocurrir en el futuro. Interpretaban la simbología que representaba que un planeta estuviera próximo a otro o entrara y saliera de una constelación de estrellas. Hoy en día se intenta recrear de forma informática cómo pudo haber sido el mapa estelar por entonces en los tiempos que dio origen este fenómeno, y al igual que hizo Kepler que en su caso lo calculó de forma matemática, muchos astrónomos y científicos están convencidos de que aquella famosa visión en Belén pudo haber sido esa conjunción planetaria. 
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Luego está la teoría ufológica, la que creen algunos de que aquel gran fenómeno fue debido a un ovni o a alguna nave espacial extraterrestre.



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