En esta sección volvemos a recordar uno de los Expedientes X más famosos de finales de los 70 en España: el famoso caso del humanoide visto en la base aérea y militar de Talavera La Real (Badajoz), con uno de sus protagonistas principales, José Manuel Trejo.
Justo el pasado 12 de noviembre de 2022 se cumplieron 46 años y la alta extrañeza que rodea este caso está completamente abierto y con un testimonio tan vivo como el de aquella madrugada que lo vivió de una manera tan cercana y tan especial. Trejo nos vuelve a recrear esa noche junto a los sonidos creados artificialmente por el comunicador Carlos Vargas en esta primera parte del homenaje a un caso muy seguido e investigado por la ufología española que tiene su propio libro y sus documentos ya desclasificados por el Ministerio de Defensa.
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Madrugada del 12 de noviembre de 1976, José Manuel Trejo y dos compañeros más (José Hidalgo y Juan Carrizosa), acompañados también de un noble y leal perro guardián (el que atrapó al famoso delincuente El Lute) hacían su labor de vigilancia en la Base Aérea de Talavera la Real, localidad de Badajoz. Parecía una noche tranquila como cualquier otra, sin sobresaltos, pero mientras estos tres soldados y otros que estaban guarecidos en sus garitas patrullaban y se mantenían despiertos como así se lo habían ordenado, se escucha un fuerte sonido como un pitido agudo e inquietante que llamó la atención de los tres jóvenes soldados que rápidamente se pusieron en guardia cargando sus armas con la munición reglamentaria. Cinco minutos duró aquel pitido, después de eso, dejó de sonar. Los soldados prosiguen con su marcha.
Después de hacer una inspección de lugar, vuelven a escuchar el mismo sonido con la misma duración. Pero, de repente, un fulgor de solo unos segundos sorprende a aquellos tres soldados que continuaron a paso lento con sus armas cargadas. Se acercan lentamente hacia la tapia de entrada de la Base que estaba cercano a la carretera BA-023 que dirige a la cercana localidad de Talavera La Real. Sonidos de crujidos y como de un remolino parecen proceder de una zona de eucaliptos colindantes a la base, las ramas de lo árboles crujen como si una ráfaga de viento los estuviera alterando. Los soldados se acercan más y más precisamente a esa zona, a paso lento.
El perro, entrenado y preparado para situaciones de riesgo y de ataque si así se le ordenaba, se adelanta y va hacia esos eucaliptos. Los soldados Trejo, Hidalgo y Carrizosa, mientras tanto, esperan expectantes con sus armas cargadas apuntando hacia la zona de aquellos árboles esperando la reacción del animal. Pero nada. Ningún ladrido, ningún rugido, ni siquiera un lamento. El perro regresa como aturdido, mareado, dando vueltas en círculos.
Los soldados comienzan a gritar, preguntando quién andaba ahí, sin suerte de respuesta. De repente, el soldado Trejo nota como algo en su espalda y se da la vuelta, cerca de una de las tapias hay una figura, una extraña figura de color verdoso y reluciente y muy alta que parecía flotar en el aire, su cabeza pequeña como portando un casco y un cuerpo grueso con unos largos brazos en posición de cruz. Descripción que sigue siendo la misma tras 46 años de misterio, y que dio origen al llamado “Humanoide Verde de Talavera”.
La primera reacción del soldado Trejo fue la de apretar el gatillo, pero no pudo. De repente parecía perder el control de su cuerpo, sufre un fuerte agarrotamiento y como impulsado por una fuerza extraña, cae al suelo de espaldas y queda inconsciente. Mientras tanto, sus compañeros deciden disparar una ráfaga de unos cuarenta o cincuenta disparos hacia aquella extraña figura. Al llegarlas las balas, cuentan que su brillo aumentó, y esa intensidad se vuelve tan fuerte que, de repente, desaparece. Lo último que se iba a escuchar tras aquella visión fue de nuevo ese sonido chirriante durante unos segundos creando aquel estado de alerta y aquella “Noche del Miedo” como tituló Iker Jiménez en su libro publicado en el año 2004.
Al día siguiente, se hace una fuerte inspección de la zona con una cincuentena de hombres en toda la zona donde se produjo aquel suceso. No encontraron nada. Ni un solo casquillo de bala, ningún resto de bala empotrada en el muro donde se asomó aquella figura. Absolutamente, nada.
Su caso fue archivado como alto secreto por el Ejército del Aire español, y por supuesto recogido por muchos periodistas e investigadores del momento como Juan José Benítez y Fernando Jiménez del Oso, incluso investigado y plasmado en el libro La noche del miedo, de Iker Jiménez.
Referencias:
http://www.elsecretodelacaverna.com/2014/01/el-expediente-x-de-talavera-la-real.html
http://www.elsecretodelacaverna.com/2013/11/conferencia-de-jose-manuel-trejo.html
http://www.elsecretodelacaverna.com/2014/01/programa-especial-con-jose-manuel-trejo.html
http://www.elsecretodelacaverna.com/2015/06/programa-2x35-el-humanoide-de-talavera.html
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