PROGRAMA 4X03 - DESAPARECIDOS: El Gran Misterio

DESAPARECIDOS EN ESPAÑA. Los últimos casos de desaparecidos de Diana Quer, Manuela Chavero o Iván Durán están volviendo a ser llamativos por ser parte de un pequeño porcentaje dentro de la estadística general de otras causas de desaparición. En este caso revisamos las claves judiciales para dar a una persona como fallecida después de su desaparición, por qué los medios le dan más difusión a un caso que a otro y las claves importantes de otros anteriores de los que todavía no hay una resolución.

HOMENAJE J. J. BENÍTEZ. Con motivo de la entrevista que le realizamos a Juan José Benítez para la sección de nuestro podcast "Entrevistas en La Caverna", hacemos un breve repaso por lo que comentó destacando las partes más interesantes y a su vez homenajeamos a esta gran figura del misterio con su último libro SÓLO PARA TUS OJOS.

NOTICIAS: Encontradas nuevas pinturas rupestres bajo el subsuelo de una localidad vizcaína; Wikileaks publica nuevos correos electrónicos de John Podesta destacando conversaciones sobre ovnis; Kolaboo propone pasar una noche de miedo de Halloween en la casa de Bélmez; Barack Obama envía comunicado desde la Casa Blanca advirtiendo de una posible llegada de tormenta solar fuerte; Nace el primer bisonte europeo en Extremadura, una especie rescatada de la Prehistoria; El fraude de la marca de móviles Zetta.

LA OTRA CARA DEL CINE: "La Noche de los Muertos Vivientes de George A. Romero, 1968". El comienzo de la ficción de zombis se dio con un nombre y una película, efectos muy artesanales y unos métodos musicales y visuales únicos que comenzaron una saga exitosa y todo lo que iba a venir después para el género zombi en el cine. Analizamos esta mítica película.

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Diana María Quer López-Pinel, Yeremy Vargas, Madeline McCann, Manuela Chavero,.. son nombres que ya a los españoles nos suenan porque los hemos escuchado repetidamente por medios de comunicación. En este caso sólo he mencionado nombres de personas jóvenes, y en su mayoría niños. Las de Diana Quer y Manuela Chavero son las más recientes, desaparecidas durante este verano, y es curioso pero es en esa época estival donde más casos se dan, dicen algunas fuentes que es por la fuga de sus padres, cosa que es extraña cuando el margen de desaparición ya es de semanas y hoy en día con la tecnología sería fácil poner cualquier mensaje de forma instantánea de avisar de su marcha o incluso de poder captar a esa persona. Es curioso, pero en este mundo tan globalizado por Internet y redes sociales en los que estamos bastante controlados muchas veces en el aspecto de lo que hacemos o decimos, siguen desapareciendo personas, no sé si más que antes, pero las cifras son apabullantes. Y la contradicción que descubro es que vivir ese drama es trágico sobre todo cuando te das cuenta que de todo el control que existe ahora, no se tengan datos de muchas de esas miles de personas desde que desaparecieron. Algo siempre se nos escapa.

Esos expedientes de desaparición todavía no se han cerrado, aunque algunos quieran darlo por más que explicado, pero sí que están en ese limbo del olvido y del enigma de qué fue de ellos. Y casi que nos tenemos que remontar al año 1977, aquel año se tiene constancia del primer niño desaparecido en España al que aún no se ha encontrado: Francisco Román Fontalba, el primero de, triste y desgraciadamente, muchos otros que llegarían en años y décadas posteriores. Una sombra muy alargada la de estos desaparecidos, sobre todo niños, y eso sí que es verdaderamente angustiante, cualquier desaparición, sí, pero saber que un niño pequeño no vuelve a su hogar para seguir creciendo,… Ese fue el caso, por ejemplo, de Yeremy Vargas, que el próximo año serán diez años de su desaparición de este pequeño niño canario, con gafas y norme sonrisa, una fotografía que hemos visto en los últimos años por nuestras cadenas de TV y en la que prácticamente ya se le da por desaparecido totalmente.

La desaparición de Francisco Ramón Fontalba en 1977 fue de las primeras desapariciones mediáticas.

El caso de Yeremi no es el único, incluso, entra dentro de un archivo especial de infantes desaparecidos pero distinto a otros casos como los de Ruth y José Bretón, Marta del Castillo (de la que se deduce un asesinato pero sin encontrar todavía su cuerpo), Mari Luz Cortés (ya encontrado su cadáver en su momento pero también fue otro caso que trascendió a los medios), o el de Madeleine McCann, que no sucedió en nuestro país pero que ha sido una zona donde se ha buscado y a la que todavía se la busca con vida desde el año 2007. Estos son los más recientes, ocurridos en nuestro nuevo siglo, ¿pero qué ocurre con el ya mencionado Francisco Ramón Fontalba o David Guerrero Guevara, el famoso niño pintor, que desapareció en 1987?

La desaparición de "El Niño Pintor", una de las más extremas.

Y mientras se encuentran, las familias viven en el drama. En la pregunta continua de dónde pueden estar. Algunos periodistas y responsables de una fundación que funciona para solucionar este grave problema en España, Paco Lobatón han sido de los pocos en pedir un informe anual del número total de esos desaparecidos de los que a veces las cifras no están muy claras porque existe un conflicto entre las asociaciones de desaparecidos y el Ministerio del Interior. De alguna forma existe el conflicto entre asociaciones y Gobierno por el simple hecho de que esto sigue pasando y no se mejoran los medios para, por lo menos, mejorar la resolución de estos casos. Claro, desde el punto de vista del Ministerio se dice, y esto es verdad también, que muchos casos se resuelven lo que pasa que no se hace retirada de esas denuncias.

14 mil expedientes abiertos de desapariciones desde los años setenta hasta ahora son muchos. Sólo en el curso pasado, 2015, se tramitaron 900 denuncias de esta índole. Normalmente en este caso hay un porcentaje altísimo de un 92% que consiguen solucionarse, pero, ¿qué pasa con el 8% restante? De eso es de lo que vamos a tratar con unos cuantos casos y la opinión experta sobre el asunto. Según datos de SOS desaparecidos.

Caso de Manuela Chavero.
Desaparecida en Monesterio (Badajoz), el 04/07/2016


El pasado sábado 15 de octubre se cumplieron 100 días de la desaparición de Manuela Chavero en Monesterio, un pueblo del sur de Badajoz, cercano ya a Andalucía, y su paradero sigue siendo una incógnita. La noche del 4 de julio de 2016 Manuela, de 42 años, madre de dos hijos, y en trámites de separación, regresó a su casa de Monesterio tras haber estado en el parque con su amiga María Cintado, como cualquier día de verano. Los hijos de Manoli, como se la conoce, de 14 y 6 años, estaban en ese momento con su padre en Las Pajanosas (Sevilla). Según María Cintado, amiga de Manoli, no vio nada raro en ella, esa tarde habían hablado de sus cosas.

Al día siguiente, sus familiares entraron en la casa al ver que no daba señales de vida. Estaba todo intacto pero sin rastro de Manuela. La Guardia Civil y su familia sostienen que no se marchó de forma voluntaria. ¿Por qué? Porque deja la televisión encendida, igual que las luces del salón y la cocina. Nada está forzado en la vivienda, situada a las afueras del pueblo. Están allí, intactos, sus enseres personales, su teléfono móvil y su documentación. Sobre su cama se hallan los pantalones que llevaba puestos el día anterior. Tampoco cogió las llaves y la última conexión de su móvil fue a la 1:55 del 5 de julio. Tras el registro de la casa no hay nada que indique la causa de la desaparición de Manuela. Y lo más extraño aún es que el olfato de los perros de la Guardia Civil pierden el rastro en la puerta de la casa. Eso quiere decir, según las investigaciones de la Guardia Civil, que muy probablemente Manuela se subió a un coche.

El caso de Manuela Chavero es el de una desaparición misteriosa, sin indicios, sin rastros pero sus familiares y vecinos luchan por buscar una pista que ayude a encontrarla. La familia se centra en alguien cercano que, presuntamente, la recogió en coche. Incluso se ha hablado de alguien que estuviera obsesionado con ella, un merodeador, un acechador, que la hubiese secuestrado y que la tuviera cautiva, en contra de su voluntad. La casuística criminal indica que este móvil de desapariciones es bastante habitual, sobre todo en otros países europeos. Es una tesis factible. Luego se encuentra la figura de su ex-marido. Hasta donde se sabe, había una buena relación con él aunque estaba pendiente una liquidación de bienes gananciales que no se ha hecho aún, y que se iba a judicializar en ese mes de su desaparición. Dado que los bienes no son muy cuantiosos, esa línea se ha descartado por ahora.

El caso fue asumido por la Policía Judicial de Badajoz, después de haber estado en manos de la Guardia Civil de Zafra, cuyo Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 se hizo cargo de las diligencias previas y decretó el secreto de sumario.

El pasado sábado 15 de octubre unas 350 personas participaron en una gran batida en el entorno de Monesterio para intentar encontrar algún indicio de Manuela Chavero. En ese rastreo, donde se peinaron 27 kilómetros lineales y 15 puntos calientes, entre ellos un pantano, participaron efectivos de la Guardia Civil, Policía Nacional y Local, Cruz Roja, Protección Civil, voluntarios y familiares de otras personas desaparecidas de las que no se sabe nada.

Se encontraron algunas pistas e indicios que obran en poder de la Guardia Civil y que están siendo analizados por si tienen que ver con la desaparición de esta mujer extremeña. Fue una batida complicada y la más multitudinaria desde su desaparición. Ha servido para encontrar huellas pero también para descartar hipótesis. En este momento se está a la espera de ver los resultados de esas pistas, de quizá volver a peinar la zona o de abrir nuevos hilos en la investigación.

Pese a que en las últimas semanas ha tenido una mayor notoriedad el caso de Manuela Chavero, ha habido un caso de desaparición que ha acaparado más la atención de la prensa este último verano y es el de la joven Diana Quer. Se traduce en lo que algunos expertos llaman el “síndrome de la mujer blanca desaparecida”, un fenómeno sociológico estudiado en Estados Unidos según el cual a la audiencia le interesan más los sucesos que involucran a mujeres jóvenes, atractivas y de clase media-alta.

Cada año desaparecen en España de media unas 10.000 personas. Algunas aparecen tiempo después -vivas o muertas- y de otras nunca llega a conocerse su paradero. En estos últimos casos, pasados los años -aproximadamente una década- son las familias quienes solicitan al juzgado iniciar causas para declarar fallecidas a las personas que permanecen desaparecidas. Principalmente para evitar problemas de herencia. Es lo ocurrido en el caso del “niño pintor” de Málaga.

Esta sobre-atención que prestan los medios a un caso de desaparición concreto tiene una bases concreta, ha de cumplir, según expertos estadounidenses, con estos rasgos: ser mujer, blanca, joven, atractiva físicamente, de clase media-alta o alta (familia adinerada o con cierta influencia en su comunidad). Cuanto mayor sea el grado de alguna de estas características, más atención recibirá por parte de la prensa y, por tanto, de toda la sociedad. El caso de Diana Quer, como veremos ahora, reúne todas ellas.


Caso de Diana Quer López-Pinel.
Desaparecida en A Pobra do Caramiñal (A Coruña), el 22/08/2016


Las luces del paseo de A Pobra do Caramiñal aún se reflejaban sobre las marismas de la Ría de Arousa, en Galicia, cuando se perdió la pista de la joven Diana Quer López-Pinel. La última vez que alguien la vio pasaban las tres y media de la madrugada del pasado 22 de agosto de 2016. La localidad gallega celebraba unas fiestas y, tras despedirse de un amigo en la alameda, se supone que Diana emprendió rumbo a su casa, situada en un alto que domina la bahía. A la mañana siguiente su madre denunciaba ante la Guardia Civil su desaparición y comenzaban días de angustia y zozobra para una familia y todo un pueblo.

Durante los primeros momentos se vio cómo la madre y la hermana de Diana, Valeria, atendían a la prensa con serena preocupación. Mostraba fotos de la joven, carteles con su rostro y la descripción de la ropa que llevaba puesta: un pantalón rosa corto y una camiseta blanca. También se mostró un inquietante mensaje de WhatsApp suyo, en el que supuestamente le decía a un amigo que le estaba siguiendo un gitano. Su madre, en declaraciones a los medios, mostró su preocupación porque Diana tenía que pasar por una zona donde se encontraban los feriantes. Las pesquisas descartaron rápidamente ese supuesto indicio, que señalaba a este colectivo, habitual objeto de prejuicios, como es el gitano, gracias a las declaraciones de los propios feriantes y de un joven. Leo fue la última persona que la vio y que estuvo con ella.

Poco después aparece en escena su padre, una persona adinerada, con prósperos negocios y con contactos políticos y mediáticos, entre ellos con miembros de la cúpula directiva del Partido Popular. En esos primeros días comparece ante los medios junto a su ex-esposa, la madre de Diana. Hace cuatro años de su separación. Niegan reiteradamente la posibilidad de una huida voluntaria de Diana.
Diana es una joven inquieta de 18 años. Una de sus mayores ilusiones era sacarse el carné de conducir y ser modelo. Su evidente atractivo físico le ayudaba. Durante sus vacaciones en Galicia, iba a una autoescuela de A Pobra para preparar el examen teórico antes de volver a Madrid, al acabar el verano. Diana, durante el resto del año, residía en Madrid, en un chalet de unos 500 metros cuadrados en una urbanización de clase alta de Pozuelo de Alarcón. Como muchos otros jóvenes de su edad, tenía en las redes sociales una vía en la que mostraba fotos, vídeos, pensamientos y algún mensaje. De ahí se puede reconstruir mucho sobre cómo pudieron ser los últimos momentos antes de la desaparición de una persona. Uno de esos mensajes de Diana alertó a la Guardia Civil, a pesar de que tenía más de un año. Decía: “Qué bien me vendría desaparecer una temporadita”. Su padre dijo entonces que la niña anímicamente estaba bien y motivada.

A partir de entonces las cámaras de televisión toman el pueblo y el caso se mediatiza mucho más. La desaparición ocupa muchas horas de televisión y las especulaciones, con más o menos base, se suceden. La Infantería de Marina se suma a la búsqueda de la joven mientras que los vecinos de A Pobra se movilizan y organizan batidas. Se peinan los bosques y zonas cercanas en busca de algún indicio que pueda ayudar a orientar las investigaciones.

Agentes especializados rastrean el ordenador y las llamadas y mensajes, recibidos o enviados, desde su terminal. A las cuatro de la mañana se desconectó y dejó de emitir señal alguna. Se toma también declaración a su círculo de amistades de Pozuelo de Alarcón. La Guardia Civil intenta reconstruir el entorno social y familiar de la joven desaparecida para empezar a plantear hipótesis sobre lo que pudo haber ocurrido, qué indicios se pueden encontrar.

El caso da un giro cuando se conoce el cuadro de ansiedad sufrido por su hermana Valeria días antes de la desaparición de Diana. Trascienden discusiones entre las dos hermanas de manera periódica y en ocasiones con la madre de por medio. La madre dice que son discusiones sin la menor importancia. “Todo esto desvía la atención sobre lo que es realmente importante”, llega a decir la madre a los periodistas.

Veinticuatro horas después, el padre de Diana, Juan Carlos Quer, informa a la prensa delante de la casa de su ex-mujer de que le han quitado a ella la custodia de su hija menor, Valeria. Dice, además, una frase inquietante: “La retirada de la custodia de Valeria llega tarde… muy tarde. Esta decisión debía de haberse tomado hace mucho tiempo, para evitar situaciones como la que nos ocupa en estos momentos”.

La madre no vuelve a comparecer ante los medios pero mantiene comunicación con algunos periodistas, a los que les envía imágenes, mensajes… quizá para demostrar la buena relación con sus hijas y desmontar la versión del padre.  Por primera vez, ambos dejan entrever que Diana sí que pudo volver a casa, para cambiarse y volver a marcharse, con veinte euros en el bolsillo, sin DNI pero con las llaves de casa.

La desaparición de Diana Quer puso el foco sobre la desaparición en España de otras jóvenes. Hubo familias que se quejaron de que no han tenido la misma repercusión mediática. Una repercusión mediática que es muy desigual: la Guardia Civil tiene casos de personas desaparecidas que están enquistados, en punto muerto, sobre los que los agentes siguen trabajando, y que ya han dejado de ser objeto de interés para los medios.

Según la Guardia Civil, se barajan dos hipótesis: desaparición forzada o voluntaria, cada una a su vez con varias posibilidades. La opción de la huida se empieza a desechar ya que Diana, con dieciocho años, y mayor de edad por tanto, podría haber avisado a su familia, al menos para decir que está bien, ante su lógica preocupación y la expectación levantada.

Hay quien ve en su familia un motivo de huida para Diana: con un hogar donde proliferan los problemas; un divorcio traumático y un posible historial de malos tratos. Incluso un episodio de anorexia. Y hasta una premonición de terror gótico, pues Diana Quer, se ha sabido después, tuvo una hermana gemela que no sobrevivió al contratiempo de un nacimiento prematuro.

Últimas pesquisas
A punto de cumplirse 60 días sin Diana Quer, la investigación podría dar un giro inesperado. Sin una línea clara de investigación, nuevos testigos sitúan a la joven en la localidad de Taragoña -donde su móvil dio la última señal- pero esta vez en compañía de cuatro hombres.

Según informó hace unos días La Voz de Galicia, Diana Quer llegó hasta el muelle de Taragoña, a 20 kilómetros de A Pobra Do Caramiñal, en un coche junto a tres individuos alrededor de las tres de la madrugada. Una vez allí, la joven se bajó del vehículo y se subió a otro donde le esperaba un hombre “de mala pinta”, como le han descrito los testigos. En ningún caso presentaba indicios de llegar obligada a la zona del puerto ni se introdujo en el segundo coche a la fuerza.

Las declaraciones de estos testigos se han recogido en la última semana después de que estas personas se pusieran en contacto con las fuerzas de seguridad. De esta manera, ya son varias las conjeturas con las que trabajan los investigadores aunque, por primera vez, coinciden las franjas horarias en las versiones dadas por los testigos, que no viven en la zona y estaban de vacaciones.

El rastro del móvil, clave

Desde hace varios días, los investigadores están analizando la huella que dejó el móvil de Diana Quer la noche que desapareció y rastreando las señales de otros teléfonos que coincidan en el tiempo y en el espacio con el de la joven. El terminal de Diana recorrió 20 kilómetros antes de apagarse, desde A Pobra do Caramiñal hasta Taragoña, una parroquia de Rianxo en la que se emitieron las dos últimas señales: una sobre las 3:00 y otra antes de las 4:00 horas, justo en rango horario en el que los testigos la sitúan en el muelle de esta localidad.

Desde entonces, la Guardia Civil baraja la hipótesis de que una persona llevase a Diana en su coche de una localidad a la otra por la autovía de Barbanza, por lo que rastrean las señales que otros teléfonos emitieron de madrugada en la zona e intentan identificar a sus dueños. Sin embargo, se trata de un trabajo muy complejo, y es que cada teléfono capta señales a través de diferentes repetidores en función de la compañía a la que pertenezca, lo que obliga a los investigadores a rastrear un gran número de señales.

Lo que sigue sin estar tampoco claro es si Diana llegó a estar o no en la casa familiar. El de Diana Quer es otro caso más rodeado de muchas incógnitas por resolver. 

OTROS CASOS:

Amy FitzPatrick
Era residente de Málaga y se le perdió la pista cuando volvía a su casa de la urbanización Rivera del Sol, después de haber pasado la noche en casa de una amiga. Sus padres han recibido durante todo este tiempo llamadas falsas a su domicilio y la hipótesis que se baraja es el secuestro, ya que una amiga explicó que en el mismo camino donde se le perdió la pista a Amy, un hombre le había invitado a subir a su coche.


Gloria Martínez
Desaparece el mismo día que ingresa en un centro psquiátrico en el año 1992, concretamente en la Clínica Torres de San Luis, en Alfaz del Pi. En un ataque de agresividad que le entra a la chica, que padecía de problemas de ese tipo, la cogieron entre cuatro profesionales de esa clínica para administrarle calmantes y psicóticos y la chica consigue empujar a una de las auxiliares, salta por la ventana de su habitación y salta al jardín del completo médico. Tuvo que saltar un muro para abandonar finalmente el lugar porque no se volvió a saber más sobre ella.
*versión del centro




NATASCHA KAMPUSCH: Fue raptada en Austria en el año 1998, con 10 años. La niña fue raptada por Wolfgang Priklopil, que durante ocho años la mantuvo cautiva en un zulo de reducidas dimensiones. El 23 de agosto de 2006, aprovechando un descuido de sus secuestrador, la ya joven, entonces tenía 18 años, pudo escapar y pedir ayuda a una vecina. Poco después fue liberada por la Policía. Su captor se suicidaba poco después saltando a las vías del tren. En estos 10 años transcurridos desde su liberación, Natascha ha intentado superar las secuelas de su cautiverio, experiencia que ha narrado en un libro autobiográfico: 3.096 días.




ENLACES:

OSDESAPARECIDOS es una asociación sin ánimo de lucro constituida en Caravaca de la Cruz en el año 2010 pero que está activa desde el 2007 y colabora en la difusión de personas desaparecidas de cualquier edad, cuyos familiares no saben qué ha sucedido ni dónde se encuentran. 

Fundación Europea por las personas desaparecidas QSDGlobal, presidida por Paco Lobatón.


 

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